Hace años en
concreto unos siete vivía en Madrid con mi familia, mientras los veranos disfrutábamos
del hermoso “clima” santanderino en nuestra casa de verano. Como es obvio y
siendo unos niños mi hermano y yo insistíamos en la idea de mudarnos a
Santander definitivamente, porque seamos realistas quien no quería disfrutar de
playa, sol, amigos, y fiestas durante todo el año (claro que para ese entonces pensábamos
que Cantabria era aquel lugar idílico casi comparable con Ibiza, pobres
ilusos).Ahora siendo ya ambos unos señoritos, comprendemos hasta qué punto puede
llegar la insistencia de unos hijos y la aprobación de dos padres desesperados
por callarlos. La mudanza a Santander después de un tiempo se cumplió y aquí
estamos, con la suerte de llevar ocho años y con todos nuestros amigos
santanderinos viviendo en MADRID, si increíble pero las leyes de la fortuna son
así, como un “cuando tú vas yo vengo de allí” que diría Chenoa, y no me malinterpretéis
amo Santander pero sobre todo en verano, el resto del año simplemente me hago
amiga de la lluvia, debo ir en hunters, usar chubasqueros, los tacones ¿Qué son
tacones?, el paraguas mi mejor aliado y olvídate de peinados de media hora y si
vamos más allá no te seques el pelo lloverá y habrás perdido el tiempo, así que
como comprenderéis para una mujer es más difícil aguantar este tipo de clima, y
yo soy muy de temperaturas caribeñas de hecho nací en México y es mi ambiente,
por lo que estoy deseando empezar a ver colores, faldas sin medias, tops cortos,
bikinis necesito esta clase de vestuario en mi armario y sobre todo ver mi piel
morena . Por lo que volvemos al tema de Madrid ya que estas semanas que he
estado un poco desaparecida, porque cogí rumbo hacia allí con mi madre la cual
me acompañó para recoger un premio de publicidad que gané junto a unos
compañeros y del que estoy muy orgullosa y agradecida (SimileFestival), y de
paso veíamos a nuestra familia que he de decir que son lo mejor y del que me
esperaba ya un finde muy original como siempre y con risas aseguradas a su lado,
junto con buen tiempo porque haría buenísimo. Las complicaciones en el
vestuario para la gala fueron eternas sin embargo mi tía estuvo ahí para
guiarme y lo más importante teníamos que hacer sesión de belleza es decir
manicura, peluquería y un sinfín de cosas que solo nosotras comprendemos pero
que conseguí superar y acerca de esto entraré más a fondo en otro post, ya que
os recomendaré un par de sitios por Madrid bastante interesantes y dignos de
aparecer en una peli de Almodóvar, pues no le falta detalle alguno. Durante ese
finde semana también sucedieron cosas raras, extrañas, inexplicables podría
decir que no dormí sin aprender algo nuevo durante esos dos días, pues acompañé
a mi tía a comprar unos peces para mis primos, y es ahí donde descubrí el gran
misterio submarino, para poneros en antecedentes ella ya había comprado la
pecera, había ambientado el agua(cosa nueva también para mí), y se había guiado
por todo un ritual de bienvenida para el pez que por palabras de la dependienta
no podía llevarse hasta que todo en su nueva pecera estuviese listo para su recibimiento,
así que toda la familia (y eso no estaba escrito en el manual de recibimiento
del pez) fuimos a buscar al nuevo inquilino del hogar, Naranjita, sin embargo
lo que sería uno se convertiría en dos cuando mi primo decidió que también
quería llevarse uno, lo que la dependienta aseguro que eso sería posible , ya
que después de ambientarse la pecera, tendría que ambientarse el nuevo pez( después
de esto prefiero comprarme un animal exótico del África más profundo, seguro
que es más fácil), total que nos fuimos de ahí con un único pez repito
Naranjita, para comenzar con la historia de:
1. Coge al pez con su bolsa.
2. Mételo con la bolsa a la pecera.
3. Después de cada cinco minutos echa agua
de la pecera a la bolsa y así sucesivamente, hasta que eches al pez del todo a
la pecera sin la bolsa.
4. Si
sobrevive a todo esto es que estas preparado para el segundo pez, ALUCINANTE,
si el pez sobrevive a todo esto yo misma le doy una medalla, quien va a
sobrevivir a algo así. Por lo que debo haceros la siguiente recomendación, si tenéis
que regalar un pez, mejor que sea de juguete.
Podría
contaros más cosas más pero supongo que haceros leer de forma intensa no os
hará mucha gracia, así que he decidido poneros algunas fotos típicas de Madrid
y mostraros las zapatillas nuevas, que me encantan y los colores son geniales,
os invito a que os busquéis unas porque llevéis lo que llevéis hacen el outfit
más casual y si vas a patearte la ciudad te verás monísima y sobre todo muy cómoda.
Un saludo chic@s